Hace poco fue el día mundial del linfedema. El linfedema se trata de la acumulación de líquido en el tejido blando debido a una obstrucción en el sistema linfático.
El mujeres con cáncer de mama, con extirpación ganglionar, el linfedema se produce en el brazo por interrupción de los vasos linfáticos a nivel de la axila. Como consecuencia, el volumen de la linfa que se produce excede la capacidad de drenaje de la misma. Con lo cual se acumula y causa inflamación.
La empatía es el mejor vehículo para combatir los efectos del linfedema. A la hora de iniciar un tratamiento, la fisioterapeuta debe contar con la confianza de la paciente, especialmente en casos donde la afección puede convertirse en un problema también psicológico. Hay que trabajar individualmente con cada persona para conseguir resultados óptimos.
Existen diferentes técnicas que a día de hoy se utilizan para tratar el linfedema y que se aplican una vez conocidos los resultados de la exploración del estado y movilidad de la extremidad afectada. La que nos gusta más a nosotras y es la que solemos utilizar es el drenaje linfático manual.
Durante el proceso será fundamental mantener vigilado el grado de inflamación de la extremidad, así como implicar activamente y en lo posible a la mujer afectada en su recuperación. Los tratamientos de fisioterapia obtendrán resultados positivos tanto en la prevención como en referencia al miembro afectado.